“La fiesta de la Ascensión viene a ser el colofón de la Resurrección, porque, una vez resucitado Jesús, su lugar propio es el cielo, la gloria, estar junto al Padre. Pero ha tenido con nosotros esta inmensa condescendencia de dejarse tocar por los suyos y de compartir con ellos el gozo de la Pascua”, precisó don Demetrio, obispo de Córdoba.

Seguir leyendo