San Bernardo

 Como la doctrina de san Bernardo es tan amplia, necesariamente tenemos que seleccionar,  para que de verdad se convierta en alimento que nos nutre. Madre Angelines de Frutos presenta un “aperitivo” para acrecentar el apetito espiritual y para animarnos a saciar nuestra hambre y sed de Dios,  en esta gran fuente de espiritualidad.

Se trata del “Secreto de la paz interior”: Dice San Bernardo:

 

“¿Te das cuenta de que el que procede guiado por el Espíritu no permanece siempre en el mismo estado, ni camina siempre con la misma facilidad, y que no está en poder del hombre su propio camino, sino que lo determina el Espíritu que le guía, unas veces más lentamente, otras más aprisa, haciéndole olvidar lo que ya queda atrás y lanzándole a lo que está delante?

Por consiguiente, en el tiempo en que te veas atacado por la acedia o por el tedio, no pierdas la esperanza, ni desistas de tu celosa aplicación espiritual; más bien pide una mano al que ayuda y, siguiendo el ejemplo de la esposa, ruégale encarecidamente que te atraiga, hasta que reanimado por la gracia, vuelvas a sentirte más ligero y alegre, y puedas correr y decir: Corrí por el camino de tus mandatos, cuando me ensanchaste el corazón. Pero no te sientas tan seguro de ese don, que te parezca que nunca puedes perderlo.

En fin, no digas, cuando todo te va bien: No vacilaré jamás; así no te verás obligado a decir con lágrimas la continuación: Escondiste tu rostro y quedé desconcertado. Si eres inteligente, procurarás, siguiendo el consejo del sabio, en día de males no olvidarte de los bienes, y en día de bienes no olvidarte de los males” (SC  21, 4-6).